Unas tres horas y media después de haber despegado en Barcelona, un estridente toque de trompeta al aterrizar en Arrecife nos advertía que habíamos llegado puntuales a nuestro destino. Habíamos revisado varias opciones para volar a Lanzarote y, aunque las ofertas de Vueling no suelen estar mal, esta vez nos tocó volar con Ryanair, donde pudimos disfrutar de sus colores estridentes, su lotería y las carreras para conseguir dos asientos juntos… Siempre pensamiento positivo!
Lanzarote nos recibía de noche, con unos 15 grados y el cielo un poco nublado. Las carreteras de la isla apenas estaban iluminadas. Hasta la mañana siguiente no pudimos apreciar por primera vez el paisaje característico de la isla y su tierra negra. Un paisaje volcánico singular, árido e inhóspito.
Una de nuestras primeras paradas fue la Fundación César Manrique. Manrique fue un artista lanzaroteño difícil de clasificar… en su Fundación y por toda la isla se ven sus pinturas, esculturas, auditorios, miradores y construcciones singulares perfectamente integradas en un paisaje tan característico como el de Lanzarote. Sus obras de arquitectura y paisajismo no sólo son una muestra estética que se encaja perfectamente en la naturaleza sino que expresan el compromiso que Manrique tenía con la defensa del medio ambiente.

Interior de la Casa de César Manrique
Basta recorrer unos kilómetros por varias zonas de la isla para darse cuenta de la importancia de Manrique para Lanzarote y de su legado. Al margen de los 3 ó 4 centros puramente turísticos, la mayor parte de la isla sigue manteniendo su orden arquitectónico sin grandes edificios ni construcciones en una relación equilibrada con el paisaje y la naturaleza que le rodea, tal y como Manrique hubiese defendido…
Ese paisaje que inspiraba a Manrique se formó durante miles de años tras diversas erupciones volcánicas. Quizás la mayor de las conocidas y registradas fue la que se produjo el 1 de septiembre de 1.730 en Timanfaya. Esa erupción duró varios años y en 1.732 los vecinos de la isla la abandonaron para refugiarse en Gran Canaria. Como resultado de esa erupción, la lava sepultó algunas de las vegas más ricas de la isla, unos valles de cultivo que se convirtieron en un mar de lava negra.
Para hacerse una idea de la intensidad de la erupción del Timanfaya y muchos otros volcanes cercanos, la lava hizo que la isla creciera una tercera parte de su tamaño. La zona es hoy un parque nacional, un paisaje árido con raros contrastes cromáticos, arenas volcánicas, campos de lava, multitud de cráteres, cuevas y extrañas formaciones rocosas formadas por la lava al enfriarse.
Aquí podéis ver una fotografía aérea de la zona del Parque Nacional de Timanfaya y del Parque Natural de los Volcanes:

Foto: Google Maps
Al noroeste de la isla, es posible recorrer la Cueva de los Verdes, una de las mayores galerías volcánicas del mundo con unos 6 kms. de largo desde el volcán de la Corona hasta el mar. Estas cuevas permiten caminar por donde, en su día, corrió la lava de algún volcán en erupción. Al deslizarse la lava desde el cráter del volcán, la lava de la superficie que entraba en contacto directo con el aire se enfriaba y se solidificaba mientras el río de lava ardiente corría por debajo de esa capa superficial ya petrificada.
El río de lava llegaba al mar y, en el caso de la Cueva de los Verdes, la galería continúa en un tramo submarino de un kilómetro y medio que se conoce como el Túnel de la Atlántida.
Al entrar en contacto con el agua, la lava producía gases cuya presión hizo que el techo de la galería tierra adentro reventara en algunos tramos. Esos agujeros se conocen hoy como Jameos.

Los Jameos del Agua
Quizás a estas alturas del post os preguntaréis cómo podemos hablar de una isla sin haber mentado aún ni una playa. Lanzarote no es en sí un destino de playa, ya que gran parte de su costa son acantilados o rocas volcánicas. Aún así, al sur de la isla hay playas preciosas bastante protegidas como la playa de las Mujeres o del Papagayo.
Casi todos los días el cielo estuvo bastante nublado por lo que, aunque la temperatura rondara siempre los veinte grados, la mayor parte del tiempo la pasamos recorriendo el interior, donde descubrimos pueblos encantadores como Teguise, Yaiza, Haría o Femés.
En ellos, bien fuera en la terraza de algún bar, sentados en la mesa o en alguna tiendecilla pudimos comprobar la simpatía y amabilidad de sus gentes, probable denominador común de los canarios. Sólo un porcentaje relativamente bajo de los extranjeros que visitan la isla se deja caer por esos pueblos y eso también se notaba.
En esos pueblos comenzamos a degustar la gastronomía de Lanzarote que nos sorprendió muy favorablemente. De hecho, al pensar en Canarias nunca se nos ocurría que su cocina fuese a ser de lo mejor de todo lo que tenía que ofrecer. Tras cenar la segunda noche en Yaiza dátiles rellenos, quesos de la isla, conejo en salmorejo y costillas de cerdo cambiamos de opinión.
Obviamente, cayeron también las famosas papas arrugás con mojo. Las patatas se hierven en agua de mar hasta que ésta se evapora dejando su sal incrustada en la piel de la patata. El mojo puede ser rojo, parecido a una salsa de pimentón pero más picante, o verde, elaborado con ajo, cilantro y perejil.
En pueblos de costa como la Caleta de Famara o en La Santa probamos los pescados más típicos de la isla como la sama, el cherne y la vieja, pescados frescos y blancos preparados a la plancha y, como no, con ‘papitas y mojo’.
Disfrutamos de todo ello, en especial del pescado con el vino blanco de la isla que se produce de una forma extraordinaria…
En La Geria, las laderas negras de ceniza volcánica, llamada picón por los locales, crean un contraste increíble con el verde de las vides que se cultivan allí desde hace siglos. El clima árido, sin apenas precipitaciones, los fuertes vientos y un suelo cubierto por lava y ceniza no fueron impedimento para lograr lo que hoy se conoce como ‘el viñedo de lo imposible’.
Frente a todos esos inconvenientes los isleños fueron encontrando soluciones que resultaron en un paisaje vinícola fascinante y único en el mundo. Para que la vid arraigara en el suelo cavaron hoyos circulares para salvar la capa de ceniza que puede tener hasta dos metros de espesor. La ceniza negra absorbe la humedad de la noche que se filtra hacia el suelo y evita durante el día que se evapore, por lo que la vid no necesita mucha lluvia. Además, los viñedos se cercaron con muros de piedra volcánica para protegerlos de los fuertes vientos saharianos.
El mejor de los vinos que probamos en las diferentes bodegas fue el de uva malvasía, seco, que tras 2 o 3 meses en barrica de roble se almacena embotellado en bodegas excavadas en lava. Si veis alguno con esas características en la Península os recomendamos que lo probéis bien fresquito.
Aquí tenéis una fotografía aérea de la zona de La Geria donde se aprecian los hoyos donde se cultivan los viñedos, hasta incluso dentro del cráter de un volcán extinto:

Foto: Google Maps
Por las noches salimos a los campos de lava aprovechando la escasa contaminación lumínica de la isla para intentar captar las estrellas en alguna fotografía. Aún así, las nubes no nos abandonaron en ningún momento por lo que el resultado quedó lejos de lo que podría conseguirse una noche totalmente despejada sin luna.
Durante los seis días que pasamos en la isla disfrutamos de un paisaje único, en especial en el interior de la isla donde la sencillez de la arquitectura, las gentes de sus pueblos y la rica gastronomía nos encantaron.
Sin darnos cuenta estábamos de nuevo sentados en las butacas azules no reclinables de Ryanair a punto de dejar atrás las islas donde volveremos, ¡seguro!
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Hola: Me ha encantado la explicación del cultivo de vides en Lanzarote; Marcial, realmente notable. Cuando llegue a Barcelona buscaré el vino de uva malvasía.
Y realmente me han entusiasmado con la isla, la pondré entre mis destinos deseados.
Hasta la próxima entrega. Rosa
Me gusta mucho
¡ FELIZ AÑO NUEVO A TODOS !!!
Como dice la canción…
» Mojo picón…mojo picón…
La rica salsa canaria se llama mojo picón… »
Hablando en serio, gracias por acercarme, con tanto cariño y acierto, esa tierra canaria a la que quiero y recuerdo.
¡ Enhorabuena por las fotos !
Totalmente de acuerdo! He tenido el privilegio de ir un par de veces, y soy fan total! Paisaje marciano…único en el mundo. Conservación increíble del entorno, cuántos deberían seguir esos mismos criterios. Todo está super cuidado y pensado, no hay espacio para el crecimiento descontrolado. Bien por los conejeros!
que bonitas fotos chicos! Me han encantado… y la foto de las papas me han dado un hambre…y eso que son las 10 y media ;-) ….y estoy feliz que hayais sobrevivido a la loteria de ryanair! Despues de las uniformes de las pobres azafatas es lo peor que hay jeje abrazo!
Fotones increíbles =O!! Lanzarote es genial, además rebosa encanto al no ser de las islas más turísticas y explotadas
http://www.thehometrotters.com
Muchas gracias a todos por los comentarios!
Rosa, encontraste el vino?
Usted nos llevó a través de los volcanes, a lo largo de las playas, probamos el vino y la comida muy bien y se fue debajo de las estrellas en la noche. Fue un viaje maravilloso, gracias!
Muchas gracias por el comentario Nomadruss. Esperamos verte por aquí y continuaremos siguiendo tu blog! Suerte!
Las fotos y los paisajes son preciosos!