Día 233 – Bajo el mar de Indonesia
Tras dos inmersiones por fin empezábamos a controlar nuestra flotación y nos sentíamos cómodos suspendidos en el agua, a quince metros de profundidad. Nuestra respiración era pausada, tranquila. De repente, […]
Tras dos inmersiones por fin empezábamos a controlar nuestra flotación y nos sentíamos cómodos suspendidos en el agua, a quince metros de profundidad. Nuestra respiración era pausada, tranquila. De repente, […]